El fauno: joven tendrás que bajar al sótano secreto.

La joven: si pero no hay entrada.

El fauno: (dándole una tiza mágica le dijo) pues háztela tu misma.

La joven: (sin replicar afirma con la cabeza.)

El fauno: con lo que te vas a encontrar abajo no es humano.

La joven: (tragando saliva y muy asustada.) Ya lo veo.

El fauno: tu te encontraras con tres cerraduras, en una de ellas se encuentra la daga, si te equívocas no hay vuelta atrás.

El fauno: y por ultimo cuando bajes no comas nada ¡¡nada!! Ho no podrás volver.

Narrador: (una vez en su habitación izo un dibujo de una puerta en la pared.)

Narrador: (vio que el dibujo que izo se trasformo en una puerta, y un poco asustada bajo una silla porque no llegaba para bajar.)

Narrador: (iba por los pasillos viendo unos dibujos de una bestia comiéndose a unos niños y de repente se choca contra una mesa llena de comida.)

La joven: (abrió el bolso para que las hadas les guíe) tened cuidado chicas.

La joven: (vio tres cerraduras como le dijo el fauno, y dudo un poco pero abrió la de la izquierda, y vio la daga pensó que era muy fácil la misión.)

Narrador: y como le castigo su padrastro sin cenar pico unas pocas uvas del banquete desobedeciendo al fauno.

Narrador: mientras la joven se comías las uvas, la bestia se levanto y mientras se ponía los ojos en la mano, se comió la hada de el fauno.


Narrador: mientras tanto las dos hadas le avisaba que la bestia revivió pero la joven no les hacía caso.

La joven: vio que la puerta se cerraba y por el otro lado que la bestia iba a por ella se fue corriendo hacia la puerta gritando ¡¡no!!. ¡¡No!! Y antes de que la bestia la cogiera se subió a la silla y izo una nueva salida.





fin

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